De dos ríos es cause el corrido: del río de las ideas y del río de los sentimientos. Por medio del corrido el pueblo mexicano expresa sus dolores y sus alegrías, sus triunfos y sus derrotas: de él se sirve para propagar los hechos adversos y los hechos venturosos. Por eso sólo florece cuando un gran dolor se apodera del alma colectiva; cuando un gran dolor o una gran idea se vuelven colectivos. La Independencia, la Reforma y la Revolución, que todo viene a ser una sola cosa, han sido los capítulos de nuestra historia que mejor han dado raíz a los corridos. Y aquellos hombres que mejor han luchado por esas ideas y aquellos hechos de armas más notables en esa lucha, son motivos de canto. Porque no todos los hombres de nuestras gestas alcanzaban los honores del corrido: los alcanzan aquellos que de paso hieren la imaginación popular.