Aún no sé leer ni escribir, pero... no creas, tengo ojos para ver, oídos para escuchar, manos para tocar... y un corazón para amar. Puedo descubrir a Papá Dios en todas las maravillas que hizo para nosotros, porque nos quiere.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información