"Y allí estábamos en los versos del tango, los aplausos y las risas y la alegría cuando, de pronto, que se aparece Montserrat. Sola y su alma. Empapada de pies a cabeza, con el mismo vestido de la inauguración de la tienda, pero como deshilachado, descubriendo carne, y peinadita como Dios le dio a entender, que era más bien despeinada, y medio maquillada, pero sin poder ocultar los moretones en el rostro y brazos."
Muchos de mis personajes de estos cuentos han sido sorprendidos por el acercamiento de un demonio personal. Y mientras algunos intentan defenderse, otros los admiten con plena satisfacción, pero en ambos casos la huella de su marca permanecerá indisoluble, arrastrándol...
"Y allí estábamos en los versos del tango, los aplausos y las risas y la alegría cuando, de pronto, que se aparece Montserrat. Sola y su alma. Empapada de pies a cabeza, con el mismo vestido de la inauguración de la tienda, pero como deshilachado, descubriendo carne, y peinadita como Dios le dio a entender, que era más bien despeinada, y medio maquillada, pero sin poder ocultar los moretones en el rostro y brazos."
Muchos de mis personajes de estos cuentos han sido sorprendidos por el acercamiento de un demonio personal. Y mientras algunos intentan defenderse, otros los admiten con plena satisfacción, pero en ambos casos la huella de su marca permanecerá indisoluble, arrastrándolos a ellos y a los de su entorno a una consecuencia final. Estas narraciones tienen como columna vertebral la sexualidad, motor indiscutible de toda existencia, pero aquí manifestada desde variados enfoques: la ensoñación, la venganza, el miedo, la posesión, la culpa, la nostalgia, la soledad y el recuerdo. Estas tramas suceden en diferentes ciudades de nuestro mundo y con las variadas disciplinas del género narrativo, con atención a las diversas personalidades, los necesarios detalles y los puntos de vista