El amor es egoísta, manipulador, díscolo, cabrón y venenoso,
aunque el arte de la pintura suele representarlo como un nene de mejillas
rosadas y rizos rubios, cachetón, con dos alitas de ángel y con un arco y una
flecha lista para serte lanzada a ti, mujer, donde te encuentres. ¿Por qué por
este ser celestial caemos en un doloroso pozo? ¡Por un idiota! El primer paso
para salir del hoyo consiste en comenzar a olvidar a tal idiota.