Uno se enamora de las cosas que no puede tener, de aquello que no va a ningún lado. Los imposibles resultan más seductores. Me gustaría tener un sueño en donde todo ocurre en sentido contrario a como sucedieron las cosas. Me gustaría poseer un recuerdo distinto de esa tarde del lunes 21 de julio de 1986: la tarde en la que comencé mi romance con la selección mexicana. Yo, como cualquiera, me enamoré porque perdieron, porque los vi caer Adrián Román
Uno se enamora de las cosas que no puede tener, de aquello que no va a ningún lado. Los imposibles resultan más seductores. Me gustaría tener un sueño en donde todo ocurre en sentido contrario a como sucedieron las cosas. Me gustaría poseer un recuerdo distinto de esa tarde del lunes 21 de julio de 1986: la tarde en la que comencé mi romance con la selección mexicana. Yo, como cualquiera, me enamoré porque perdieron, porque los vi caer Adrián Román