A pesar de su éxito profesional como socia de Mentoring -una consultora que asesora a emprendedores-, Lucy está desesperada. Ya pasaron cuatro años de su ruptura con Alan, que la dejó por otra, y todavía no se recupera.
Consciente de que su aspecto deja mucho que desear, decide anotarse en el mejor gimnasio de Santiago y bajar los kilos de más que la atormentan. Allí conoce a dos personal trainers: Gabriel, un rubio espléndido que la deja con la boca abierta, y Max, un morocho muy atractivo que le fue asignado como entrenador. Max es excelente en lo que hace, pero su sueño es tener su propio emprendimiento. Cuando se entera de que Lucy es una de las dueñas de Mentorin
...