En México, 99.9% de delitos sexuales contra los niños no se denuncia y cada día desaparecen 7 mujeres, sin mencionar la impunidad en los feminicidios y en la venta de mujeres. ¿Qué nos llevó a tal deshumanización? ¿Hasta cuándo será normalizada la violencia contra las niñas, niños y mujeres en este país? Incisiva y frontal, Saskia Niño de Rivera se adentra en el inframundo del abuso sexual infantil y el proceder de los victimarios, señala por qué no se denuncian estos delitos y advierte sobre el comercio sexual de niñas y mujeres utilizadas como mercancía. Para definir la esencia de pederastas, pedófilos y abusadores recurre a la opinión de expertas en psicotrauma y salu...
En México, 99.9% de delitos sexuales contra los niños no se denuncia y cada día desaparecen 7 mujeres, sin mencionar la impunidad en los feminicidios y en la venta de mujeres. ¿Qué nos llevó a tal deshumanización? ¿Hasta cuándo será normalizada la violencia contra las niñas, niños y mujeres en este país? Incisiva y frontal, Saskia Niño de Rivera se adentra en el inframundo del abuso sexual infantil y el proceder de los victimarios, señala por qué no se denuncian estos delitos y advierte sobre el comercio sexual de niñas y mujeres utilizadas como mercancía. Para definir la esencia de pederastas, pedófilos y abusadores recurre a la opinión de expertas en psicotrauma y salud mental, quienes a su vez revelan cómo el daño lacera los sentimientos de los afectados. No nos dejes caer en tentación desafía la indiferencia de la sociedad y de las autoridades ante la tragedia de una mujer violada , vendida o secuestrada; la autora, también víctima y sobreviviente de abuso sexual infantil, expone la segunda parte de este infierno al afirmar que el miedo, la angustia y el dolor que dejan los ataques no terminan con la vejación o la humillación, se perpetúan cuando aparecen las pesadillas, el delirio de persecución, la crisis de ansiedad o el terror de salir a la calle. Al mismo tiempo la autora insiste en la necesidad de comprender los contextos en los que ocurren los delitos y el perfil de sus actores para no replicar el daño; sus historias, terribles y estremecedoras, no solo son una denuncia social, también invitan a la empatía y la compasión sincera, y si revela sin censura la opinión de los delincuentes es para no repetir sus actos ni replicarla violencia porque los niños y niñas de México y del mundo merecen un lugar mejor para vivir, no para sobrevivir.