Ven, noche gentil, noche tierna y sombría, dame a mi Romeo y, cuando yo muer, córtalo en mil estrellas menudas: lucirá tan hermoso el firmamento que el mundo, enamorado de la noche, dejará de adorar al sol hiriente.
Ven, noche gentil, noche tierna y sombría, dame a mi Romeo y, cuando yo muer, córtalo en mil estrellas menudas: lucirá tan hermoso el firmamento que el mundo, enamorado de la noche, dejará de adorar al sol hiriente.