En el siglo XVIII, el mundo se vio iluminado por una obra elevada que conllevó la abolición del tormento en la mayoría de los países europeos, la supresión de los suplicios y la mejoría de las leyes penales. Su creador, un alma generosa, de gran sensibilidad y de entendimiento magnánimo: el marqués de Beccaria. Esta edición, además del texto principal, atesora los siguientes documentos: noticia sobre Beccaria; prólogo del autor; notas del abate Morellet, Diderot, Mirabeau, Montesquieu, Brissot de Warville, Rousseau, Paul Rizzi, Puffendorf y Berenguer; pensamientos de Benjamín Franklin; consideraciones de Roederer; discurso de Servan; comentario de Voltaire; observaciones de Haute...
En el siglo XVIII, el mundo se vio iluminado por una obra elevada que conllevó la abolición del tormento en la mayoría de los países europeos, la supresión de los suplicios y la mejoría de las leyes penales. Su creador, un alma generosa, de gran sensibilidad y de entendimiento magnánimo: el marqués de Beccaria. Esta edición, además del texto principal, atesora los siguientes documentos: noticia sobre Beccaria; prólogo del autor; notas del abate Morellet, Diderot, Mirabeau, Montesquieu, Brissot de Warville, Rousseau, Paul Rizzi, Puffendorf y Berenguer; pensamientos de Benjamín Franklin; consideraciones de Roederer; discurso de Servan; comentario de Voltaire; observaciones de Hautefort; extracto de las respuestas de Beccaria a las notas y observaciones de Vicenzo Facchinei; y extracto de la correspondencia de Beccaria y de Morellet sobre el Tratado de los delitos y de las penas.