La idea inglesa del paseo puede confundirse con la idea inglesa del ensayo; sus correspondencias, tanto de temperamento como formales, permiten caracterizaciones intercambiables: libres hasta la desobligación, receptivos y abiertos aunque con un acento siempre personal, con una afición por los caminos laterales que se resuelve ya sea en digresión, ya en franca vagancia, ambas prácticas hacen del trayecto un fin en sí mismo.
La idea inglesa del paseo puede confundirse con la idea inglesa del ensayo; sus correspondencias, tanto de temperamento como formales, permiten caracterizaciones intercambiables: libres hasta la desobligación, receptivos y abiertos aunque con un acento siempre personal, con una afición por los caminos laterales que se resuelve ya sea en digresión, ya en franca vagancia, ambas prácticas hacen del trayecto un fin en sí mismo.