Mandatarios que se vacunan en salud de los oprobios y las reprobaciones -todos bien merecidos- que les traerá el futuro y la Historia, y que para salvarse de las venganzas de sus rivales políticos y del rencor de un pueblo que odiará a destiempo, inventan los funerales anticipados; se convierten así en ex mandatarios que se declaran muertos porque son muy vivos, se adueñan del privilegio de jalarle los pies a sus rivales, y pueden hablar desde ultratumba sabiendo que nadie los va a contradecir. Puestos a elegir entre votar por el gobierno del cambio o votar por el candidato de la restauración de lo mismo, el país vive en un zigzag donde pareciera que la acción evasiva no sirve de nad...
Mandatarios que se vacunan en salud de los oprobios y las reprobaciones -todos bien merecidos- que les traerá el futuro y la Historia, y que para salvarse de las venganzas de sus rivales políticos y del rencor de un pueblo que odiará a destiempo, inventan los funerales anticipados; se convierten así en ex mandatarios que se declaran muertos porque son muy vivos, se adueñan del privilegio de jalarle los pies a sus rivales, y pueden hablar desde ultratumba sabiendo que nadie los va a contradecir. Puestos a elegir entre votar por el gobierno del cambio o votar por el candidato de la restauración de lo mismo, el país vive en un zigzag donde pareciera que la acción evasiva no sirve de nada: recibimos las peores, siempre, de todas las posibilidades. Personajes descabellados de un país empobrecido pero con un alto concepto de la lealtad: es fiel, sobre todo, a su vocación para naufragar y seguir al mismo tiempo a la deriva.