La Ventana Hundida, publicada por vez primera en 1992, es una muestra perfecta del arte narrativo de Jesús Gardea (Delicias, Chihuahua, 1939 - Ciudad de México, 2000). Más allá de los personajes con nombre y apellido lo que habita el libro es la luz, la luz como personaje, en sus reflejos, en sus inclemencias, en sus revelaciones. Cualquier cambio en el claroscuro de una habitación, en la ausencia de sombras de un sol vertical en medio de la plaza o en el brillo de la mirada refiere en pocas frases psicología y rencores, pasado y el impredecible futuro de los personajes. La sintaxis de Gardea es un tizón, una fuente de luz y calor, como ese sol que entra por la ventana en las primera...
La Ventana Hundida, publicada por vez primera en 1992, es una muestra perfecta del arte narrativo de Jesús Gardea (Delicias, Chihuahua, 1939 - Ciudad de México, 2000). Más allá de los personajes con nombre y apellido lo que habita el libro es la luz, la luz como personaje, en sus reflejos, en sus inclemencias, en sus revelaciones. Cualquier cambio en el claroscuro de una habitación, en la ausencia de sombras de un sol vertical en medio de la plaza o en el brillo de la mirada refiere en pocas frases psicología y rencores, pasado y el impredecible futuro de los personajes. La sintaxis de Gardea es un tizón, una fuente de luz y calor, como ese sol que entra por la ventana en las primeras frases de la novela.