Atención, Kike Ferrari, conocido en los bajos fondos como «el escritor del metro», ha cometido una nueva fechoría con Nadie es inocente. Esta vez en México, tal y como lo hizo en su natal Argentina y en España. Así que no se trata de su primer golpe internacional, pues ya había sido publicado aquí, en España, Francia e Italia, además de ser buscado por sus premios en el Fondo Nacional de las Artes (Argentina), la Semana Negra de Gijón (España) y Casa de las Americas (Cuba), por algunos de los cuentos incluidos en este volumen… Un trabajo que bien podría titularse De este lado de la ley, pues nunca toma el bando policiaco, sino el de sus transgresores. Arrincona al lector para...
Atención, Kike Ferrari, conocido en los bajos fondos como «el escritor del metro», ha cometido una nueva fechoría con Nadie es inocente. Esta vez en México, tal y como lo hizo en su natal Argentina y en España. Así que no se trata de su primer golpe internacional, pues ya había sido publicado aquí, en España, Francia e Italia, además de ser buscado por sus premios en el Fondo Nacional de las Artes (Argentina), la Semana Negra de Gijón (España) y Casa de las Americas (Cuba), por algunos de los cuentos incluidos en este volumen… Un trabajo que bien podría titularse De este lado de la ley, pues nunca toma el bando policiaco, sino el de sus transgresores. Arrincona al lector para que se cuestione: ¿La ley cumple su función de ejercer el bien común, tanto en la vida real como en este libro? ¿O sus personajes se niegan a vivir sometidos bajo un estado policiaco donde siempre llevan las de perder, incluso cuando van ganando? ¿Los buenos son los malos? ¿Los malos son los buenos? La respuesta: Nadie es inocente.