Este libro comenzó como una mirada psicoanalítica a la numerosidad social y, finalmente, terminó siendo la expresión de un estilo crítico forjado a través de diversas experiencias sociales, personales y del oficio. El autor, de este modo, presenta el humor conjetural y la narración clínica como herederos de la novela familiar neurótica con que el niño ensaya su subjetividad, siendo indispensable el propio análisis -así como la teorización metapsicológica hecha aforismo o escritura- para oficiar la práctica en campos sociales donde se es convocado (o tolerado) pero no demandado en funciones interpretativas: la tragedia se supera así en drama, y la mortificación en cultura con...
Este libro comenzó como una mirada psicoanalítica a la numerosidad social y, finalmente, terminó siendo la expresión de un estilo crítico forjado a través de diversas experiencias sociales, personales y del oficio. El autor, de este modo, presenta el humor conjetural y la narración clínica como herederos de la novela familiar neurótica con que el niño ensaya su subjetividad, siendo indispensable el propio análisis -así como la teorización metapsicológica hecha aforismo o escritura- para oficiar la práctica en campos sociales donde se es convocado (o tolerado) pero no demandado en funciones interpretativas: la tragedia se supera así en drama, y la mortificación en cultura contemporánea son temas de este trabajo. El autor confiesa en la contratapa cierta superación autocrítica. ¿Será que la contratapa (como tercer prefacio) es ocasión contratransferencial frente a propios escritos? Es una de las tesis sostenidas.