Hasta Rodin, parecía que la escultura no podía lograr lo intemporal más que acentuando el carácter de reposo, de sustancia, de duración del objeto; se creía que no era posible captar el fluir de lo temporal más que buscando la fijeza en el tiempo.
Hasta Rodin, parecía que la escultura no podía lograr lo intemporal más que acentuando el carácter de reposo, de sustancia, de duración del objeto; se creía que no era posible captar el fluir de lo temporal más que buscando la fijeza en el tiempo.