Este libro es una suerte de plano secuencia emocional que va tejiendo lentamente un momento culminante: el asado. Ese ritual quinto esencial de la identidad culinaria ar-gentina se vuelve, en este libro, el hábitat introspectivo de Wenceslao, personaje central que a pesar de estar marcado por la pérdida, sigue adelante. Esta novela se desarrolla en torno a una fiesta de año nuevo en el campo santafesino, y en ella, de la noche a la mañana, están todos los elementos posibles del rito, de la comida y la muerte, desgra-nados en una prosa casi experimental. Juan José Saer tardó casi una década en termi-nar esta novela; y no es la primera vez, por cierto, que acude al asado para discurrir...
Este libro es una suerte de plano secuencia emocional que va tejiendo lentamente un momento culminante: el asado. Ese ritual quinto esencial de la identidad culinaria ar-gentina se vuelve, en este libro, el hábitat introspectivo de Wenceslao, personaje central que a pesar de estar marcado por la pérdida, sigue adelante. Esta novela se desarrolla en torno a una fiesta de año nuevo en el campo santafesino, y en ella, de la noche a la mañana, están todos los elementos posibles del rito, de la comida y la muerte, desgra-nados en una prosa casi experimental. Juan José Saer tardó casi una década en termi-nar esta novela; y no es la primera vez, por cierto, que acude al asado para discurrir so-bre la vida. Juan José Saer (Serondino, Argentina, 1937-París, Francia, 2005) es uno de los escrito-res más prominentes en nuestra lengua. Su obra ha sido traducida más de una docena de idiomas. Autor ágil en forma y fondo —guionista, cuentista, novelista, ensayista y poeta—, fue profesor de Historia del Cine en la Universidad Nacional del Litoral, y pos-teriormente, cuando se instaló en Francia, docente en la Universidad de Rennes. Palo y hueso, Cicatrices y Nadie nada nunca fueron adaptadas al cine. Destacan, entre sus obras, Responso, El entenado y La pesquisa.