No estás exagerando. El dolor de un corazón roto es paralizante y nos puede robar la vida entera. No se trata de «echarle ganas» ni tampoco de «darle tiempo al tiempo». Se trata de que aprendas a sanar y recuperes tu capacidad de sentir.
No estás exagerando. El dolor de un corazón roto es paralizante y nos puede robar la vida entera. No se trata de «echarle ganas» ni tampoco de «darle tiempo al tiempo». Se trata de que aprendas a sanar y recuperes tu capacidad de sentir.