Si lo bello es lo terrible que desdeña destruirnos, lo posthumano es lo terrible que decidió modificarnos. ¿El fin último de la postmodernidad es el posthumanismo: es decir, deconstruir y terminar con el hombre como relato central? Si el hombre es un discurso más y si los sistemas que le dan cuerpo (el Lenguaje, la Religión, la Filosofía, etcétera) han sido desmantelados, ¿no es el hombre lo que queda deconstruido? ¿Qué queda en su lugar, un vacío? De ser así, ¿qué manifestaciones y consecuencias nos trae? Analizando los sutiles cambios sufridos en nuestra cotidianeidad, y rastreando sus orígenes y consecuencias, este libro trata de responder si el ser humano ha dejado de ser...
Si lo bello es lo terrible que desdeña destruirnos, lo posthumano es lo terrible que decidió modificarnos. ¿El fin último de la postmodernidad es el posthumanismo: es decir, deconstruir y terminar con el hombre como relato central? Si el hombre es un discurso más y si los sistemas que le dan cuerpo (el Lenguaje, la Religión, la Filosofía, etcétera) han sido desmantelados, ¿no es el hombre lo que queda deconstruido? ¿Qué queda en su lugar, un vacío? De ser así, ¿qué manifestaciones y consecuencias nos trae? Analizando los sutiles cambios sufridos en nuestra cotidianeidad, y rastreando sus orígenes y consecuencias, este libro trata de responder si el ser humano ha dejado de ser la medida de las cosas. Con una óptica despiadada, revisa nociones como el cuerpo, la carne y el canibalismo, la belleza anatómica y la cirugía estética, la niñez y la pornografía.